Tras el crimen del empresario, propietario del Colegio Lar de Mos, la Policía detuvo a su exmujer y a su pareja sentimental, pero ambos tenían coartada y los tribunales archivaron provisionalmente la causa en 2006
La hermana y sobrinos de la víctima lucharon desde el principio para conseguir llevar a los responsables del crimen ante el banquillo
Diecisiete años después del asesinato del propietario del Colegio Lar, Manuel Salgado, el juzgado ha decidido reabrir la causa. Nuevas diligencias policiales han llevado al titular del Juzgado de Instrucción 4 de Vigo a reactivar la investigación, que había sido archivada provisionalmente en el 2006.
Hace aproximadamente un año el juzgado decidía desempolvar el caso de la mano de la Policía, respondiendo a la petición de la única hermana y sobrinos de la víctima. Estos contrataron los servicios de un equipo de criminólogos para elaborar un informe que, junto a la revisión de la pruebas por parte de los agentes y varias reuniones con miembros de la UDEV Central, permitió al juzgado decretar la reapertura del caso. El tiempo apremia pues de no llamarse a declarar a nadie como imputado, prescribirá en 2026.
«Una muerte por dinero»
Fuentes familiares han trasladado a este medio su satisfacción por esta decisión judicial. «Es lo que buscábamos desde hace un año medio», apuntó un sobrino Salgado, «nunca dejamos aparcado esto, nunca desistimos de sentar a los culpables ante el juez. Su asesinato nos ha cambiado la vida y no vamos a permitir que quede impune».
La hermana y sobrinos de la víctima se muestran esperanzados y esperan que estas nuevas diligencias puedan aportar luz y esclarecer los hechos, aunque para ellos lo que ha pasado «es evidente».
«Esto ha sido una muerte por dinero, hay que decirlo con total claridad», asegura, «Había mucho dinero de por medio y tras su muerte unos grandes beneficiados. Para nosotros está claro, pero faltan las pruebas que esperamos que esta investigación arroje».
Un asesinato por encargo y motivación económica
Manuel Salgado Fernández fue asesinado en Vigo el 2 de abril de 2004 a los 56 años. Su cuerpo sin vida fue localizado pasadas las ocho de la mañana en un garaje de la calle Rosalía de Castro, donde aparcaba su coche para ir a trabajar a una asesoría cercana.
Le pegaron un certero tiro en la cabeza, a bocajarro, con un arma de calibre 22. Le dispararon por detrás y huyeron sin dejar rastro, sin que nadie viera ni escuchara nada.
La investigación se centró desde el principio en un crimen por encargo y con una motivación económica. La víctima había sufrido un traumático proceso de divorcio con denuncias cruzadas que le llevó a sentirse amenazado y temer por su vida, tal y como aseguró a su hermana.
Las discrepancias económicas con su exmujer o el hecho de que el asesinato se produjera días después de una sentencia en la que recibía mucho dinero y las propiedades del Colegio Lar, fueron algunas los móviles que llevaron a la policía a detener a su exmujer y a su entonces pareja. Ambos proclamaron su inocencia, dieron coartadas que les alejaban del lugar del suceso y ninguna de las pruebas recogidas en el lugar del crimen pudieron vincularlos, por lo que se les dejó en libertad sin cargos.
Pero la hermana de Salgado y sus sobrinos siguieron intentando recabar pruebas, incluso llegaron a ofrecer una recompensa economica en 2005 de 180.000 euros a quien pudiera aportar alguna pista.